El Club Náutico Paraná fue representado de gran forma en la XVIª Edición de la regata bianual “Rosario – Buenos Aires”. Entre más de 40 veleros participantes, el Tiempo Libre, el Kitchen y el Gran Jarana fueron grandes protagonistas. Además, hubo tripulantes del CNP en el barco santafesino Lobito II.
Tras una regata que demandó alrededor de 30 horas de navegación, desde las inmediaciones del Yacht Club Rosario hasta la intersección del Paraná Las Palmas y el Canal Honda, los representantes paranaenses pudieron disfrutar una gran experiencia y posicionarse de buena manera.
El Tiempo Libre tuvo una gran performance y logró alcanzar el objetivo de ganar la Serie C. Además, el velero que navegan Aníbal Cantero, Iván Zonis, Gustavo Cuadra y Guillermo Vicentín, finalizó en el 4º lugar de la general.
Por su parte, el Kitchen terminó la regata en la 9ª posición de la general y fue 2º en la Serie B. En este barco, la tripulación fue conformada por Julián Rossi, Mariana Pérez, Catalina Rossi, Hugo Velázquez, Cristian Casco, Rubén Puppo y Roberte Rovere.
El Gran Jarana también se destacó y concluyó la regata de 318 kilómetros en el 23º puesto de la flota general y en la 7ª ubicación de la Serie B. En tanto, el velero santafesino, Lobito II, contó con la participación de los navegantes del CNP, Federico Taibo, Emmanuel Menumarque y Chino Eckell. Este velero quedó posicionado 27º en la general y 9º en la Serie B.
SENSACIONES
El Gran Jarana tuvo una buena actuación, a pesar de haber compuesto una tripulación que no compite a menudo en un mismo velero. Santiago Chort, Juan Gabriel Arredondo, Juan Francisco Leiva, Sergio Ríos, Guillermo Romero Osella y Hernán Goncebat, conformaron la tripulación.
Los nautas Arredondo y Chort comentaron sus sensaciones: “La regata fue durísima, hubo momentos que el viento superó los 30 nudos. Desde el punto de vista del grupo y de lo personal, fue altamente satisfactoria. El equipo que se armó hace un mes y medio, y rápidamente empezamos a trabajar para poner el barco en las mejores condiciones posibles”, indicó Gabriel y agregó: “La idea del grupo siempre fue pasarla bien, primando la seguridad y el disfrute, antes que el resultado”.
“Fue una experiencia inolvidable. Navegamos con viento de frente que no bajó de los 18 nudos”, destacó Santiago y valoró el trabajo en equipo arriba del barco y la experiencia que aportaron algunos de sus tripulantes como Ríos, Willy Osella y Goncebat: “Es gente experimentada que nos dio tranquilidad en todo momento”.
En referencia a la regata, Arredondo remarcó que “tuvimos una buena largada y rápidamente nos colocamos entre los barcos que marcaban el ritmo, pero al poco tiempo sufrimos la rotura de la vela Genoa, lo cual nos obligó a replantear la regata. Seguimos adelante con un tormentín, una vela que nos permitió continuar, pero que nos restaba un poco de potencia y velocidad. En definitiva la satisfacción del grupo es total porque se pudieron superar situaciones complicadas con condiciones de tiempo muy duras”.
Y como un momento de color y para hacer más mágica la experiencia, Chort indicó que “durante la navegación nocturna una estrella fugaz alumbró el cielo de una forma espectacular que hasta incluso la Comisión de Regata confundió con una bengala”.