Con la llegada del calor, en las zonas ribereñas su aparición puede ser más frecuente; dónde también se encuentra en arroyos, ríos, lagunas y lugares con mucha vegetación. La serpiente yarará tiene hábitos crepusculares y nocturnos lo cual sumado, al aumento de la temperatura que invita a la gente a pasear hasta horas de la noche, puede provocar más encuentros con estos ofidios.
En caso de mordedura de una serpiente se recomienda dirigirse al hospital más cercano, ya que la mayoría de los hospitales centrales cuentan con suero antiofídico.
Allí harán el diagnóstico diferencial para saber a qué ejemplar corresponde la mordedura y aplicarán el tratamiento correspondiente.
Si se trata de una yarará, el tiempo del que se dispone para aplicar el suero antiofídico es de 12 horas.
Pero hay que asistir de urgencia a un centro asistencial para tener tiempo para conseguir el suero, ya que si la persona se encuentra en una zona retirada, puede demorar en llegar”, explicó a la doctora Ana María Girardelli, ex directora del Centro Provincial de Toxicología.
“En los últimos años no hemos tenido accidentes fatales con yararás porque desde el Centro de Toxicología pueden llegar en menos de 12 horas a dar asistencia en cualquier punto de la provincia. Pero para eso es clave que la gente consulte rápido”, agregó.
Girardelli informó que por año el Centro de Toxicología recibe muchas consultas por accidentes con animales, de los cuales el 20% son por ofidios. De ellos, cinco o seis, pueden ser por mordeduras de yarará. “No son muchos, pero son graves y potencialmente mortales”, dijo la doctora. “Y el problema es cuando aparecen en zonas donde el personal médico no está acostumbrado a tratar con mordeduras de serpientes, como cuando éstas vienen con las inundaciones”, explicó.
¿Qué hacer y qué no hacer ante una mordedura?
Existe un protocolo de actuación que se debe seguir en caso de mordedura de una serpiente:
Ir al centro asistencial más cercano
La doctora Girardelli explicó que no es necesario capturar al animal porque eso sólo pone en peligro a quien lo intenta y con la sintomatología es suficiente para determinar de qué tipo de animal se trata.
Además, no se debe comprimir la zona de la mordedura con prendas ni torniquetes ya que eso potencia el efecto del veneno. La persona debe moverse lo menos posible para evitar una mayor circulación del mismo.
Las laceraciones pueden llevar a una infección y la succión del veneno con la boca no es útil ya que sólo podría extraerse un poco del veneno superficial porque la inoculación de la mordedura de la yarará es profunda.
Además, una mínima lastimadura en la boca puede poner en peligro a la persona que succiona.
¿Cuáles son los síntomas?
En caso de tratarse de una mordedura de yarará, los síntomas son muy característicos y fáciles de distinguir respecto de los de otros animales que no tienen veneno. Y se desarrollan de inmediato y durante las primeras dos horas:
La mordedura de una culebra, en cambio, no inocula veneno y habitualmente más que una mordedura es como un rasguño, ya que el animal no tiene una capacidad de abrir la boca tan grande como la yarará, por lo que sólo alcanza a arrastrar sus dientes sobre la piel.
De todos modos, en estos casos también se recomienda asistir a un hospital para que realicen una limpieza profunda de la herida, ya que podría infectarse, y también apliquen la vacuna antitetánica, porque aunque no tenga veneno la culebra puede transmitir el tétanos.