Más allá del impacto ambiental y socioeconómico que produce una bajante histórica como la que se dio en el río Paraná en las últimas semanas, el Náutico se mantuvo en todo momento en óptimas condiciones.
El CNP se ubica en un escenario privilegiado de la capital entrerriana, con un espejo de agua sostenible que brinda una funcionalidad destacada frente a clubes de la región, aún en una situación de crisis hídrica tal como la que aconteció.
Dada la profundidad de la zona en la que está emplazada la institución y por haber sido el obrador del Túnel Subfluvial “Raúl Uranga-Carlos Sylvestre Begnis”, es extremadamente difícil que existan problemas a la hora de mantener embarcaciones a flote. A esto se sumaron, a través del tiempo, las obras y los mantenimientos que han ampliado las capacidades en las distintas caletas, adaptando el terreno que el río cede a través de los sedimentos depositados sobre las costas de la ciudad, año tras año.
La escasa cantidad de agua del Paraná dejó al descubierto postales inauditas de barcos encallados, veleros y lanchas en distintos puertos, varados sobre la arena o barro, cardúmenes cerca de la costa y hasta niños jugando en zonas del cauce que antes eran profundas. No obstante, sería excepcional que algo así suceda en el Club.
Cabe destacar que desde hace algunos días, el río empezó a levantar su caudal de agua. En la medición del mediodía presentaba una altura de 1 metro en la zona del puerto de Paraná. Así, registraba 86 centímetros más que el pasado 21 de mayo, cuando alcanzó el mínimo de 14 centímetros, según indicaron desde Prefectura.
