En el Yacht Club Argentino de Buenos Aires ya sopla viento mundialista para las 48 parejas de nueve países, que animarán desde el próximo lunes el certamen más importante de la clase F18. Entre ellos, habrá dos paranaenses del Club Náutico Paraná, Agustín Krevisky y Eduardo López Segura, quienes ya conocen de competencias de semejante talla y buscarán codearse entre los mejores.
Desde este viernes, los nautas provenientes de Chile, Uruguay, Guatemala, España, Suiza, Alemania, Nueva Zelanda, Estados Unidos y nuestro país, ya se concentran en Dársena Norte y llevarán a cabo hasta el sábado las mediciones obligatorias de las embarcaciones. El domingo, como antesala del debut, desarrollarán regatas de prueba, para que los equipos ultimen detalles en vistas a las competencias puntuables, que tendrán su inicio el lunes 31 hasta el viernes 4 de noviembre.
EXPECTATIVAS
“Billy” apodo de López Segura, hizo referencia a la forma en la que llegan al campeonato y a las metas previstas. “No tenemos un objetivo en concreto, sería un buen logro quedar dentro de los 5 primeros” y agregó: “Estamos convencidos que si hacemos las cosas prolijas, ya sea tener buenas largadas, navegar en flota y hacer maniobras correctas sin enrollarnos en cualquier problema que pueda surgir, nos vamos a mantener dentro del primer pelotón y así disputar los puestos de vanguardia”.
En cuanto al nivel de los demás competidores señaló: “Es muy competitivo ya que es una clase donde las horas arriba del barco se sienten mucho”.
“A dos días de empezar el mundial no pensamos en lo que hay que mejorar, sólo nos queda disfrutar de este lindo momento. Los dos somos muy competitivos y lo que más queremos es ganar, pero dentro de ese proceso hay muchos factores que te van jugando a favor o en contra”, expresó el tripulante y concluyó: “En lo personal es uno de los más grandes desafíos que me toca afrontar, hay mucho sacrificio detrás y cosas que uno deja de lado para sólo ir a tirar unos bordes el fin de semana”.
Además, López Segura, quien navegó sus primeros vientos a bordo de un Optimist, al igual que Krevisky, dejó un interrogante sobre su futuro. “Probablemente sea mi último mundial arriba de un barco, son muchos años de dedicación y las prioridades y proyectos de uno como persona van cambiando”.
Sin dudas, para Krevisky y López Segura no será una semana cualquiera. El entusiasmo por afrontar un campeonato mundial, para ambos, es más que significante y sobre todo, teniendo en cuenta el trabajo y sacrificio que demandó para llegar de la mejor forma a semejante evento, de una de las categorías más parejas de la náutica nacional.
(Seguí la competencia en este enlace)
POR TOMÁS RICO