Bajo el seguimiento de un estricto protocolo con el fin de evitar riesgos respecto al COVID-19, los palistas del Club Náutico Paraná retomaron este martes sus actividades en el río.
Después de casi tres meses volvieron al agua, en lo que representó una sensación única de felicidad por el reencuentro.
En la ocasión, los deportistas se congregan por turnos, entre seis palistas y un entrenador, con 15 minutos para acomodarse e ir al agua y la misma cantidad de tiempo para retirarse de la institución.
En el acceso al club se le toma la temperatura a cada ingresante, que a su vez debe llenar una ficha y desde ahí empiezan a correr los minutos.
Los entrenamientos son de una hora y para evitar conglomerados, son distanciados entre un grupo y otro.
Se trata de una prueba piloto con bajada de línea desde la Federación Argentina de Canoas, que en su primera prueba, dejó un saldo muy positivo.