Carlos Alberto Clementi fue presidente del Club Náutico Paraná entre noviembre de 1987 y el 30 de octubre de 1988, completando así los 11 meses que le restaba al mandato anterior. “Mi llegada a la presidencia se produce para completar el ciclo de la segunda Comisión Directiva, de los dos años por estatuto le correspondían al escribano Salvador Spoturno, que renunció y se debían completar 11 meses”, recordó Clementi.
Por ello, se llamó a elecciones y se presentaron dos listas de candidatos, una encabezada por Clementi y la otra por Alberto Buscema. “Se produjo la primera oportunidad de votar en el club por una lista de electores, un hecho anecdótico, porque la voluntad de los participantes no era la contienda sino la continuidad y el desarrollo”, destacó Clementi, quien superó a su amigo Buscema por siete votos.
Su gestión
“El club había avanzado considerablemente como continuación de la Liga Naval, desde la primera Comisión Directiva del Dr. Daniel Mackinnon”, valoró Clementi que se convirtió así en el tercer presidente del CNP.
Durante sus 11 meses de ejercicio recordó que el club fue uno de los anfitriones de la carrera internacional Offshore de los 1.000 km del Delta Argentino. “Las embarcaciones con sus respectivos pilotos y equipos nacionales e internacionales, terminaban en Santa Fe y venían a Paraná para reiniciar la siguiente etapa de carrera. Esto nos demandó un esfuerzo enorme, ya que solamente teníamos el Quincho Viejo, poca disponibilidad de agua (salada) igual que sanitarios deficientes; en caleta el lado oeste lo ocupaban barcazas del ministerio que con la colaboración de dos remolcadores pudieron sacarlas y fondearla en el atracadero de balsas de Bajada Grande, despajando la caleta y rescatando un lugar para la futura zona de suministro de combustibles, del Trincho y el muelle oeste, que en esas circunstancias sirvió para el amarre de las lanchas de la competencia”, rememoró Clementi y agregó sobre ese trascendental evento: “Por la noche se realizó una cena con espectáculos autóctonos, distinciones, agradecimientos y plaqueta de la Federación Internacional de Motonáutica que quedaron en el club”.
Crecimiento
A partir de ese hito, la gestión de Clementi comenzó con “las tareas inertes al tema de empleados; computarizar la administración; hubo despidos y se tomaron nuevos empleos; se categorizó el personal para desempeñar las tareas que se acrecentaban y ser eficientes dado que el club demandaba espacios, amarras y boxes”.
“Se realizó la construcción de 48 boxes con la participación de los propietarios a costo, reconstrucción y habilitación de la segunda pileta (redonda); construcción de la cancha de pelota a mano; reparación de techos de Secretaría y boxes del ala que da al oeste afectados por un tornado; organizamos la limpieza del predio y caminos con la colaboración de la Municipalidad de Paraná (gestión Mario Moine) e hicimos algo de forestación, jardinería, iluminación y escaleras para ingreso a los barcos y veleros en caleta.
Además, desde el aspecto deportivo, Clementi sostuvo que continuaron las competencias de Optimist, veleros cabinados, con la dirección de sus respectivas subcomisiones junto con la de Cruceros y Motonáutica.
“Para finalizar, con el tiempo exiguo del mandato, iniciamos una gestión que ya demandaban los socios: un comedor en el club. Para ello desocupamos un galpón (lo que hoy es el gimnasio) y lo adaptamos con baños y cocina, machimbre de sobre techo donado por Chiquito Camartino, rescatamos la rueda de cabilla (timón) para la iluminación que está hoy en el comedor nuevo”, señaló.
“Felicito a todos los presidentes, empleados, colaboradores que supieron, con idoneidad institucional y conocimientos náuticos, esfuerzo y dedicación, que el prestigio de nuestro querido Club Náutico Paraná fuera un símbolo de Paraná, nuestro país y de los clubes de náutica internacional”, ponderó Carlos Clementi.
Opinión
Por otro lado, Clementi no olvidó de reclamar y recordó al Dr. Carlos Martínez Lacabe: “El ´Gallego` Martínez Lacabe merece compartir con su imagen el resto de los Presidentes que ilustramos su paso por el club en Secretaría. En este caso como presidente de la Liga Naval Argentina filial Paraná. Sería un justo homenaje, que en mi opinión considero una deuda. Una placa o el nombre de una embarcación no llena el espacio que con su participación y el de todos, nos dejó en la puerta del club. No tiene que ser una anécdota más, como muchos que dispusimos de voluntad y trabajo por nuestro querido Club Náutico Paraná”.
